En las últimas semanas he tenido la gran suerte de dar dos charlas que abarcan mis dos temas favoritos. Primero, tuve la oportunidad de retomar mi amor mutante, dando una conferencia plenaria en la Universidad de Bucarest durante el congreso “Alerta Mutante: Anomalías en los genes de la ficción”. La experiencia fue fabulosa, hacía mucho tiempo que no encontraba a tanta gente junta interesada en estos temas tan esotéricos que me gustan a mí. En esa charla, “Entre la página y la pantalla. Literatura mutante en el medio digital” hablé sobre la obra de Robert Juan Cantavella, Otro, y mi predilecta Crónica de Viaje de Jorge Carrión, buscando, sobre todo, la huella digital que la gestación electrónica de estas (y otras) obras deja en su cuerpo impreso. En realidad se trataba un poco de un juego para ver el impacto que nuestra relación con los ordenadores deja en nuestra creación literaria, que espero desarrollar de manera un poco más amplia en el libro que estoy escribiendo ahora (Crear con la máquina, le estoy llamando, pero si se les ocurre algo mejor, no duden en compartir).
Aquí les dejo el prezi:
Tras eso, me fui a Málaga al IV Congreso Internacional de Historia del Arte y Cultura Digital a hablar sobre literatura electrónica y exposiciones. En mi charla “Palabras, cables y museos. O cuando la literatura digital deja la pantalla” mostré algunas exposiciones recientes de literatura electrónica para tratar de vislumbrar el rol (y la naturaleza) que la literatura y lo digital tienen en el ámbito cultural. Y, cómo no, aproveché para hablar de mi queridísima No Legacy: Literatura electrónica, que me sigue dando regalos y alegrías: la exposición abrirá en enero del 2017 en el California College of the Arts de San Francisco y en la Northeastern University en Boston en septiembre de ese año.
Les dejo también el prezi de esa ponencia:
A ver qué más nos trae este 2017 (ojalá que venga con un pan bajo el brazo).