En clase hemos empezado a leer un pelín sobre convergencia:
Joan, Pere. Nocilla Experience. La novela gráfica
Jenkins, Henry. Convergence culture. Introducción, y capítulo 3, “Searching for the Oragami Unicorn: The Matrix and Transmedia story telling”
y los participantes del seminario se preguntan si podemos hablar de convergencia desde fuera, desde el nivel de producción general y aparición en nuestro mundo del Proyecto Nocilla –integrando en él el total de las actividades y productos relacionados con este universo y con su creador–, o si, realmente, esto no es relevante y lo rescatable del proyecto sea la reproducción a nivel estructural dentro de las novelas –nadie ha hablado de la película aún– de la sensación y experiencia nuestra de una dinámica general de convergencia (que sería, quizás, expresión cultural de la contemporaneidad, añadiría yo).
De esto ser así, comentan, habría que dejar de intentar de leer las novelas desde el simulacro y demás retúercanos y rizomas postmodernos y abandonar éstos por obsoletos.
Quizás habría que volver a la mimesis aristotélica para entender la valía de la Nocilla, sugieren.
Cría cuervos, como diría Saura.
Y a qué se referirán, me pregunto yo.